¿Has sentido alguna vez que una habitación «abrasa» solo con entra aunque el termómetro no marque tanto? Pues no es casualidad. Los colores tienen mucho que ver con cómo percibimos el ambiente. Y en verano, cuando el calor aprieta (y en Ciudad Real sabemos de eso un rato), elegir los tonos adecuados puede marcar la diferencia entre sentirse en un horno o en un oasis.
El poder invisible del color: más que decoración
Vale, esto suena muy poético, pero hay ciencia detrás. El color afecta nuestro estado de ánimo, nuestra energía… ¡y hasta nuestra sensación térmica! No es lo mismo estar rodeado de naranjas intensos o rojos pasión, que de un azul cielo suave o un verde menta.
¿Y qué tiene que ver esto con el papel pintado? Pues mucho. Porque con un solo cambio de pared, puedes transformar el ambiente sin necesidad de obra ni aire acondicionado. Literalmente.
Azul, verde, blanco… Los reyes del frescor
Toma nota, porque estos son los tonos que mejor funcionan cuando quieres «bajar la temperatura» de tu casa sin tocar el termostato.
Azul hielo o celeste
Este es el equivalente visual a un baño en la piscina. Los azules suaves, tipo celeste o hielo, transmiten calma y frescura. Van genial en dormitorios o zonas de descanso. Si además lo combinas con papel pintado con textura tipo lino o patrones acuáticos… ¡ni el ventilador se atreve a hacer ruido!
Verde menta o eucalipto
El verde tiene ese toque de naturaleza que nos conecta con algo más fresco. Y si eliges tonos como el menta, el eucalipto o el verde agua, te aseguro que tu casa va a respirar diferente. Queda de cine en cocinas, entradas o incluso en baños pequeños para dar sensación de amplitud y limpieza.
Blanco roto o beige arena
Sí, sí, el blanco también refresca, pero ojo: no el blanco puro de hospital. Lo ideal es usar blancos rotos, beiges suaves o tonos arena que aportan luz sin quedar fríos. Funcionan muy bien como base para empapelar una sola pared con algo más alegre o texturizado.
Papel pintado: el aire acondicionado visual
Una de las ventajas del papel pintado es que puedes jugar con estos colores sin necesidad de pintar toda la casa. En Jael Deco, por ejemplo, tenemos opciones con diseños veraniegos que combinan estos tonos a la perfección: hojas grandes en verdes suaves, rayas marineras en azul, texturas naturales que imitan fibras fresquitas…
Y lo mejor de todo: nos encargamos de la instalación de papel pintado en Ciudad Real, así que tú solo tienes que elegir lo que más te gusta y listo. Sin drama, sin burbujas, sin “yo creo que esto va recto”.
Estancias que piden color fresco a gritos
No todas las habitaciones reaccionan igual al calor. Aquí te van algunos consejos según el espacio:
Salón: opta por un mural con motivos vegetales en tonos verdes, o rayas horizontales en azul claro para dar sensación de amplitud y relax.
Dormitorio: papel pintado en tonos celeste o lavanda, con patrones suaves, tipo acuarela. Pura paz.
Entrada o pasillo: ¡no los olvides! Son zonas donde entra la primera impresión. Un papel claro con un patrón discreto puede refrescar visualmente en segundos.
Baños: sí, también se puede empapelar. Y con vinílicos resistentes al agua, aún más fácil.
En resumen: cambia el color, cambia el clima
No exageramos. Elegir bien los colores es como abrir una ventana al frescor… sin levantar una sola persiana. Y si lo haces con papel pintado, puedes añadir personalidad, textura y un toque muy tuyo en el mismo gesto.
Así que si este verano quieres que tu casa se sienta más fresca sin tener que mudarte a la costa, ven a vernos a Jael Deco en Ciudad Real. Te ayudamos a encontrar ese papel pintado que no solo decora, sino que también refresca — ¡como un sorbete de limón en pleno agosto!


